Después del último torneo, todos los participantes se fueron a sus lugares de procedencia temerosos de que el mundo realmente pudiera ser dominado por fuerzas oscuras, y que sobre todo, ellos mismos hubiesen tomado parte sin saberlo al haber sido utilizados como marionetas dentro de un torneo que realmente se había transformado en toda una conspiración a nivel mundial. Y no era para menos, ya que los luchadores más poderosos habían sido estudiados al milímetro para poder aplicar esas técnicas a unos clones de Kyo, con la intención de poder conquistar el planeta.

Y aunque nadie comentara nada, todos daban por sentado que sólo conocían la punta del iceberg, pues la facilidad con la que el cartel NESTS había acabado con el poderoso Krizalid, daba a entender que disponían de medios y fuerza inimaginables. Una tecnología fuera de lo común, contactos internacionales, millones de clones repartidos por todo el mundo… ¿qué era realmente NESTS? ¿Hasta dónde llegaba su ambición? Eran preguntas que nadie podía responder.

Entretanto, Heidern seguía enfrascado en sus investigaciones por destapar a NESTS, ya que tras el torneo, parecía que la organización se hubiese esfumado. Nunca llegaba a estar tan cerca de ellos como para poder tener una idea de identidades, detalles de la organización etc, todo era ambiguo y sin forma. Hablando un día con Ling, el jefe de otro grupo de mercenarios relacionado con los Ikari Warriors, pensaron en el próximo paso para poder desenmascararlos.

Idearon el siguiente plan: organizarían una nueva edición del torneo The King of Fighters con la intención de atraer a los únicos excomponentes de NESTS, K’ y Maxima, con la intención de poderlos interrogar y saber así la localización exacta de la base. De esta forma, podrían llegar hasta el núcleo mismo del cartel y acabar con ellos de una vez por todas.

Así que tras estudiar detenidamente el plan, se apresuraron a enviar las invitaciones de todos los años, a los mejores luchadores del mundo. Este año repetirían las reglas de la pasada edición, y no hubo excesivos cambios en la estructura de los equipos. Terry hizo equipo con Blue Mary, la cual también seguía la pista de NESTS, Takuma apareció con King en su equipo, la cual olvidaba por un momento las rencillas con su hijo Ryo, Yuri volvió a aparecer con Kasumi Todoh, y una nueva luchadora, Hinako Shidou. Aunque lo más sorprendente es la aparición en solitario y una vez más de dos luchadores, auténticos protagonistas de ediciones pasadas, Iori y Kyo, quienes venían con la intención de ganar un torneo que seguía contando con un gran prestigio internacional. Finalmente aparecieron los dos luchadores más buscados debido al protagonismo que cobraron el año anterior, K’ y Máxima, aunque esta vez venían sin la compañía de Benimaru ni Shingo, sino de una luchadora llamada Vanessa y un mexicano llamado Ramón. Por su parte Benimaru y Shingo se unieron a dos nuevos compañeros, dos luchadores llamados Seth y Lin.

Antes de empezar, los organizadores del torneo hablaron con los luchadores y les dijeron que no existían componentes de NESTS en el torneo, de manera que no habría nadie que les estudiase ni vigilase. Eso tranquiliza a los participantes, pues creían que de un modo u otro, era posible que se volvieran a repetir los acontecimientos del año anterior. Con los ánimos más calmados, emprendieron viaje hacia el torneo, y lo que en principio pudo ser identificado como temor, se fue convirtiendo por momentos en pura motivación, un fuerte deseo por vencer al rival. Los combates iban a dar comienzo y ya parecía que nada podría estropear ese buen ambiente.

Sin embargo, llegó la primera sorpresa del torneo, pues al llegar a su destino comprobaron que finalmente ¡se iba a disputar en Southtown!. No podían dar crédito, era la conocida ciudad la cual sirvió de escenario a la primera edición de King of Fighters, hace mucho tiempo atrás, cuando Gueese dominaba las calles de la ciudad y el crimen campaba a sus anchas.

Pero la situación, lejos de mejorar, se había vuelto aún peor, ya que a pesar de que pudiera parecer lo contrario, la desaparición de Gueese no calmó los ánimos ni mucho menos, y nuestros protagonistas pudieron ver cómo la anarquía se había hecho dueña de las calles. Ya no había seguridad, no existía la paz, todo era corrupción y crimen. No podían entender cómo era posible que el torneo pudiera llevarse a cabo en un lugar así. Empezaba pues, una edición más de The King of Fighters.

Maxima, K’, Vanessa y Ramón hicieron un pequeño paseo por la ciudad para conocer sus calles, y finalmente llegaron a sus muelles. Maxima, que conocía muy bien a K’, le veía algo nervioso, preocupado por algo. Sin embargo cualquier intento de sonsacarle algo era en vano, tan sólo pareció identificar un atisbo de claro nerviosismo cuando le preguntó si el motivo de su estado de ánimo podía ser por los NESTS. Pero nada, ni una pista, tan sólo una mirada esquiva. Justo en ese momento, un viento helado surgió de la nada, y en ese preciso momento, K’ ordenó a Maxima que abandonara el lugar, y que se llevara consigo a Vanessa y a Ramón. Tras quedarse solo, el frío viento empezó a congelar el agua del mar, y horrorizado pudo ver que incluso los barcos quedaban inmovilizados al ser aprisionados por el agua helada. Una misteriosa figura apareció entre la neblina, presentándose como Kula, una mujer de largo cabello azul y con una vestimenta similar a la de K’. K’ comprendió que Kula dominaba a la perfección el elemento hielo, y tras ello, le retó a un combate.

Mientras, los compañeros de K’ acuden rápidamente a una vieja fábrica para resguardarse allí, y una vez dentro se encuentran con Shingo, Benimaru, Seth y Lin, pero justo en ese momento una voz que proviene del exterior les grita que salgan y se rindan, presentándose como soldados de Ling. Huyen del lugar, y acaban cerca de allí, en lo que parece un templo abandonado.

En ese momento muy cerca de allí, Heidern estaba con Ling ultimando el golpe definitivo que le haría desenmascarar a los NESTS, pero Ling le dice que no tiene ninguna intención de hablar con los dos luchadores, que lo que quiere es usar un cañón que el mismo construyó, el cañón-satélite Zero, y una vez conocida la ubicación de la base, destruirla por completo. Heidern le replica que debe ceñirse al plan, pero Ling llama a sus soldados y toman preso a Heidern.

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En el templo, nuestros héroes son rodeados por los soldados de Ling, apareciendo el mismísimo Ling en escena, presentándoles a su nuevo prisionero, Heidern. ¡Los soldados le tenían preso a punta de pistola! Pero no acababa allí la sorpresa puesto que seguidamente Ling se presentó con su nombre real, diciendo que se llamaba Zero, miembro de NESTS el cual, utilizando técnicas genéticas, había copiado en su propio cuerpo los rasgos físicos de Ling, tras acabar con él tiempo atrás. Había sido él, quien había acabado con la vida de Krizalid, y también había infiltrado a agentes de NESTS en el torneo, y desvela la identidad de esos agentes: Vanessa y Seth. Y que habían sido engañados, que mientras recibían órdenes de vigilar el torneo, en realidad su único cometido era atraer a los luchadores hacia Zero. Enfadados, los dos se rebelan contra el, pero al parecer Zero les controla de alguna manera debido a su unión a través del ADN.

Por último, Zero invita a los presentes a enfrentarse a él, pues su intención al crear este nuevo King of Fighters es la de acumular todo el poder que se desprende de las peleas para así poder tener la suficiente energía para poner en marcha el cañón Zero, y con el destruir cualquier punto geográfico del planeta. Nuestros protagonistas no pueden tolerarlo, y comienza una encarnizada lucha en la que Shingo y Ramon son los primeros en caer derrotados. Sin embargo, Máxima y Benimaru siguen peleando, aunque son conscientes de que no tienen ninguna posibilidad. Por una parte, Zero está utilizando artes oscuras en la pelea, una especie de fuerza invisible que golpea a sus rivales una y otra vez, y por otra parte, no se atreven a luchar al 100% de su poder pues son conscientes de que está siendo absorbido para tan maléfico objetivo. De hecho absorbe tanta energía que los finalistas acaban flotando en el aire, incapaces de hacer nada, pero justo en el momento en que parecía todo perdido, Lin golpea a Zero en su espalda, aunque este se recupera inmediatamente. Acto seguido aparece K’ en escena, quien, debilitado tras la batalla con Kula, reta a Zero a un combate. Zero confiado le dice que no tiene ninguna posibilidad, y va hacia el… hasta que nota que se está debilitando. Y es que el golpe de Lin realmente era una inyección de veneno que poco a poco estaba acabando con las fuerzas del villano, y permitió a K’ darle el golpe de gracia, tan fuerte, que todo el templo tembló.

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Acabado y sin posibilidad de vencer, Zero coge un dispositivo que activa el cañón Zero, activándolo, pero nada sucede… Confundido, es apresado enseguida por dos mujeres agentes de NESTS que vienen a ajusticiar a Zero por su traición hacia NESTS. Llaman por un transmisor a alguien, quien finalmente se sabe que se trata de Kula, la cual está en el mismo satélite y ha anulado el control del villano sobre el cañón, y lo redirige hacia la misma posición de Zero… Todos los luchadores huyen del lugar excepto Zero que es apresado por una fuerza misteriosa. Es el fin del traidor.

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En la huída, K’ y compañía se encuentran con Kyo y con Iori, quienes deciden ir a por NESTS más adelante, ahora tenían que correr y correr… pero una luz cegadora y una fuerte explosión invaden Southtown, arrasando todo a su paso. Cuando se disipa la polvareda, nuestros héroes pueden comprobar que nada queda de la ciudad, sólo muerte y destrucción. No pueden entender qué ha pasado, pero seguro que no tardarán en saberlo…