jueves, 23 de enero de 2014
Hasta no verte Jesús Mío de Elena Poniatowska
Por: Adriana Serrano
Amigos Almanaqueros, ya casi se acaba el mes de Enero y nos preguntamos ¿cómo van con esos libros que se propusieron leer este año? Haces unos días compartimos el primer libro, y hoy nos disponemos a recomendarles un segundo.
Amigos Almanaqueros, ya casi se acaba el mes de Enero y nos preguntamos ¿cómo van con esos libros que se propusieron leer este año? Haces unos días compartimos el primer libro, y hoy nos disponemos a recomendarles un segundo.
¿Alguna vez escucharon hablar de Elena Poniatowska? Apostamos a que sí, ya que nuestro público
Almanaquero anda en todo. Pero por si acaso, mencionaremos algunos datos
trascendentes sobre esta gran escritora. Y quizá el más reciente y sonado sea
el Premio Cervantes que recibió apenas el año pasado siendo la primera mujer,
que representa a México, en ganarlo. Es importante mencionar que escritores
como Fuentes, Pacheco y Paz lo habrían recibido muchos años atrás. En 1978 le
fue otorgado el Premio Nacional de Periodismo en México. En 2002 fue
galardonada con el Premio Nacional de Lingüística y Literatura y podríamos
seguir con la lista de reconocimientos, pero pasemos a hacer mención de algunas
de sus obras. En crónica y ensayo el más reconocido quizá sea La Noche de Tlatelolco (1971), también
cuenta con Las soldaderas entre
otros. En Narrativa cuenta con La Flor de
Lis (1988), Leonora (2011), Lilis Kikus (1954) y Hasta
no verte Jesús Mío (1969) por mencionar algunos.
Pero hoy el Almanaque pone la lupa en "Hasta no verte Jesús
Mío."
"Esta
es la tercera vez que regreso a la tierra, pero nunca había sufrido tanto como
en esta reencarnación ya que en la anterior fui reina…”
Es así como Jesusa Palancares, con ayuda de la magnífica Elena Poniatowska, comienza a narrar su vida. Es importante mencionar que Jesusa sí existió (ver último video).
Ella crece en Oaxaca, y desde muy pequeña fue muy
mula, muy peleonera y muy perra para defenderse, y también muy pobre.
“Yo era muy
hombrada y siempre me gustó jugar a la guerra, a las pedradas, a la rayuela, al
trompo, a las canicas, a la lucha, a las patadas, a puras cosas de hombre, puro
matar lagartijas, a piedrazos…”
"Chuchita" pierde a su madre siendo apenas una chiquilla, su padre
la cuida como Dios le da a entender y tiene unas cuantas madrastras que le
enseñan a echar tortilla, a hacer frijoles, atole y a no ser una buena para
nada pero claro siempre a trancazos. En este valiente personaje encontramos a
esas mujeres de los años de la Revolución. Vemos a Jesusa conociendo a Zapata y
aborreciendo a Villa, la vemos viajando en tren por el país porque ella forma
parte de los Carrancistas.
“Cuando conocí
al general Zapata era delgado, de ojos negros, encarbonados, con su bigote
retorcido y su sombrero charro negro, con bordados de plata… Zapata no tiraba a
ser presidente como todos los demás. Él lo que quería era que fuéramos libres
pero nunca seremos libres, eso lo alego yo porque estaremos esclavizados toda
la vida… Todo el que viene nos muerde, nos deja mancos, chimuelos, cojos….”
Y no por
casualidad llegó hasta allá, pues Pedro la toma a la fuerza y se casa con ella.
A Jesusa le pegaron mucho y muchos. Pero no por eso se dejó, en algunas
ocasiones sacó la pistola para defenderse de su marido y se ejecutó a unas jijas de su tal por cual que se metían con él. Al finalizar la
Revolución, Jesusa ya no tiene nada que hacer en la guerrilla, y jala pa’ Defe, ahí la emplean como
sirvienta y obrera pero también ahí le
llueve, cualquiera creería que su vida estuvo llena de desgracias pero la
misma Jesusa nos aclara que en efecto su vida fue triste mas no ella, ella fue
feliz, borracha, y bailadora. Elena da un
panorama bastante amplio de cómo fueron las mujeres de esos años; luchonas,
entronas, valientes, jaladoras, inteligentes, audaces. Nos lleva a esos momentos y costumbres cruciales de la sociedad mexicana. Hay que leer a Jesusa
Palancares para reír, carcajearse, e incluso para entristecerse por todos su
anécdotas que sin duda nos dejarán con varias enseñanzas. Pero y Jesús ¿dónde queda? Bueno, eso ya les toca a ustedes descubrirlo. Así que amigos
Almanaqueros sí les interesa la literatura mexicana, Elena con este libro les
dará eso que buscan.
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